La forma en que te alimentas influye en tu pH vaginal y si este se ve alterado por una mala dieta, puedes sufrir infecciones vaginales, ¿y tú qué comes?
Somos lo que comemos, pues la alimentación influye en cada uno de los procesos del organismo. En nuestra zona íntima pasa igual, pues el tipo de alimentos que incluyas en tu dieta intervienen de manera importante en el mantenimiento o alteración del pH vaginal, o sea de su acidez.
Aunque es normal que algunos microorganismos vivan en tu vagina y no causen mayor problema, y el pH vaginal es por lo común lo bastante ácido como para protegerse de las infecciones vaginales más comunes, ciertas condiciones quizá lo alteren, lo que puede dejarte vulnerable a la infección.
El pH vaginal adecuado es de 4 a 4.5, en la mujer adulta. El valor del pH neutro es 7. Según se aleja de 7 hacia abajo va siendo cada vez más ácido. Es decir, 4, es más ácido que 5. Si sube de 7 es que es alcalino, siendo 9 más alcalino que 8.
¡Alimentación que le hace bien a tu acidez vaginal!
Tú puedes ayudar a que tu pH vaginal no sufra cambios y se mantenga estable. Solo toma en cuenta estos consejos:
- Consume una dieta baja en azúcares y almidones, por ejemplo, disminuyendo tu consumo de pastas, panes, pasteles y galletas. ¡Mucho ojo! Si ingieres grandes cantidades de productos con azúcares y harinas refinadas, así como lácteos como los quesos madurados, estimulas el crecimiento de Candida albicans y, por lo tanto, aumenta el riesgo de sufrir candidiasis, una infección vaginal por hongos, ya que dichos microorganismos se alimentan de azúcares.
Cuando sufres una infección por candidiasis puedes presentar malestares como comezón vaginal, ardor al orinar y flujo blanco, espeso, con grumos, pero sin mal olor. Para consultar información sobre el tratamiento de este tipo de micosis vaginal, haz clic aquí.
- Come una cantidad adecuada de verduras, frutas, carne, pollo, huevos y abundantes líquidos, el agua natural es lo mejor.
- Minerales como magnesio, potasio y zinc te ayudan a lograr un pH vaginal adecuado, que puedes obtener comiendo alimentos como papaya, melón, plátano, jitomate, almendras, soya, berros, durazno, entre otros.
- Toma yogur bajo en grasa, una fuente rica en lactobacilos con lo que enriqueces tu reserva de estas bacterias beneficiosas, que también habitan en tu vagina y ayudan a mantener el pH adecuado.
- Evita abusar de las bebidas alcohólicas, del chocolate y de la levadura de cerveza.
Tu alimentación también influye en tus hormonas
Además, ¿sabías que lo que comes está relacionado en la forma en que tu cuerpo produce y procesa las hormonas? ¡Claro! Por ello, también es muy importante cuidar de tu dieta y tus hábitos alimenticios, pues los desequilibrios hormonales también son un factor de riesgo para las infecciones vaginales.
Cuando tu vagina es ácida debido a la influencia de los estrógenos (hormonas femeninas), estimula el crecimiento de los lactobacilos que la protegen contra los organismos dañinos como hongos y bacterias. Sin embargo, si por algún trastorno hormonal tu vagina se vuelve alcalina, la cantidad de bacterias buenas como los lactobacilos es escasa y la vagina está menos protegida.
Para poner orden en tu forma de alimentarte consulta a un profesional de la salud para que te oriente y juntos diseñen la dieta de acuerdo con tu perfil y las necesidades de tu organismo en general.
Consulta a tu médico.
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